Para leer
Cargado originalmente por Matchet 23
Eres débil. Indefenso estás.
Apenas vales, apenas vives.
Pero resistes.
Pasan con indiferencia a tu lado, sin fijarse en tí. No vales nada. Podrían pisotearte con facilidad.
Pero resistes.
Miras al cielo. Ese cielo tan alto, tan inalcanzable. Sabes que jamás podrás alcanzarlo, que jamás podrás llegar a tu objetivo.
Pero te niegas a abandonar.
Y creces.
Y empiezas a extenderte. A creer en tí mismo. Empiezas a ver que aquel mundo tan grande, tan terrorífico y complejo; no es tan peligroso como pensabas. Empiezas a crecer en sabiduría y experiencia.
Y te alzas.
Y ya nada te puede parar. Ves como alcanzas tus sueños. Ves como te elevas sobre el agreste terreno, y le plantas cara al viento. Ves como te admiran, asombrados, de tus progresos.
Y alcanzas el cielo.
Porque entonces comprendes que lo importante no es llegar a lo mas alto, sino llegar a donde querías llegar.
Tu verdadera vocación
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