LA HISTORIA DE UN PERSONAJE Y UN LIBRO
Son (y digo ''son'' y no ''han sido'', porque continúo con el proyecto) ya casi 3 años inmmerso en mi propia historia. Historia que he ido construyendo poco a poco, según me dictaba mi imaginación. Historia de la cual se desprenderán unos pequeños fragmentos, para que el público en general pueda ojear lo que aún se está forjando.
El Periplo del Kaiser, en realidad, nació en mi mente hará ya unos 8 años. Por aquel entonces yo sólo era un pequeño infante, con ganas de jugar y divertirse. Acababa de descubrir internet y necesitaba un pseudónimo, un nick con el que navegar por internet. Se me ocurrió crear un nombre. El resultado fué: Matchet. Por aquel entonces no había ni historia ni nada. Era SOLO UN NICK para internet.
LLegado ya a 4º de ESO le volví a dar vueltas a mi nick. En esa etapa de la vida te haces muchas preguntas e intentas buscar la explicación a todo lo que antes, dabas por supuesto que era así ''porque sí y ya está''. Google me dió a entender que mi creación no era tan personal. Matchet es un apellido típico de los países del norte de Europa, y también fué el nombre que los egipcios dieron a uno de sus dioses (el que representaba la duodécima hora del día).
Para 1º de Bachiller el estudio amenazaba con convertirse en un eje imparable que absorvería todo mi tiempo libre. Pero siempre hubo un lugar donde refugiarse entre apunte y apunte: La Mente, La capacidad para crear e imaginar. Esa maravillosa cualidad del ser humano.
Era (el mundo de la imaginación) un mundo fascinante. Inspirado en la Edad Media, que tanto me ha llamado la atención por el noble sistema de combate a espadas, empecé a crear un personaje. Matchet, ya no solo era un nombre: era mucho mas.
Era un personaje, era una historia que contar, un mundo que recorrer. Mil aventuras que disfrutar, sufrir y sentir.
Había nacido Matchet, tal y como se conocerá en El Periplo del Kaiser.
No obstante, era una historia y un personaje que jamás serían comprendidos mas allá de mi mente... Pero llegó 2º de Bachiller.
Todo el mundo se preocupaba por la nota, y los profesores afinaban los exámenes con tal de prepararnos para selectividad. Sumido en una mezcla de desesperación y nerviosismo, no aguanté el primer embate de las olas y me descolgué de mis compañeros: suspendí 5 asignaturas.
Este verano ha sido la PEOR ETAPA DE MI VIDA, con diferencia. Me encarcelaron LITERALMENTE en un colegio alejado de la mano de Dios, donde no se hacía otra cosa mas que pasar de estudiar, y en donde había un ambiente hostil y enrarecido, lleno de jóvenes que NO QUERÍAN ESTUDIAR, NI DEJABAN ESTUDIAR. Aquello fué peor que haber repetido curso.
Pero algo saqué de todo aquello:
Al verme encadenado a una silla y un pupitre, durante 7h al día. Comprendí que la única forma de no volverse loco de aburrimiento era distraerse con lo que tenías: Papel y boli.
Mientras muchos (todos) se dedicaban a hacer dibujitos nazis o antisistema en el márgen de los folios, yo vi posible la oportunidad de sacar a la luz lo que nunca me hubiera atrevido a contar.
Empecé a escribir, a transladar las almacenadas ideas del Periplo del Kaiser, de mi cabeza al papel.
Al principio lo hice como una excusa a mí mismo (no quiero que la historia que he imaginado se pierda en el olvido de mi mente), y para pasar el rato. Inmediatamente se convirtió, no solo en un pasatiempo, sino en toda una vocación.
Al día era capaz de escribir cerca de diez folios. Unos 3 capítulos. Con una fluidez asombrosa se fueron plasmando en el papel todas mis ideas e historias.
Finalizó el verano, y con ella la cárcel en la que estuve retenido. Apenas estudié allí, pero demostré a quienes no creían en mí como capaz de hacerlo*, de ser capaz de aprobarlo todo yo solo , que podía sacar las recuperaciones y selectividad en 3 semanas.
Y lo hice.
Y, de haber (ellos) confiado en mí, hubiera pasado el mejor verano de mi vida (porque el verano de 2º de Bachiller a la universidad es el verano en el que haces todo lo puedes antes de consagrarte a tus estudios superiores). Pero eso son otros cauces por los que no va de lo que estoy hablando.
*(mis padres sostuvieron que era inútil que siguiera estudiando, porque según ellos no me gustaba estudiar, y porque creían que no sería capaz de sacar adelante 5 asignaturas. Por eso me encerraron en aquella cárcel de verano)
A día de hoy, Diciembre de 2008, he terminado de escribir mis primeros dos tomos (24 capítulos cortos y unas 50 páginas en total), y los estoy pasando del papel al ordenador para que esta navidad esté listo este ''adelanto'', y quienes quieran puedan leerlo.
Cabe destacar que mi libro, El Periplo del Kaiser, no es un libro COMERCIAL. No busco que sea un libro atractivo para el lector medio. Es una historia, larga y profunda, que yo mismo creé. Historia que yo mismo he querido inmortalizar en páginas de papel, para cuando aquel recuerdo en mi mente ya no esté ahí. Para poder recordarlo, en cualquier momento.
Entradas
